La naturaleza de los
complejos mecanismos involucrados en ambos aspectos, así como el deterioro y la
protección de la madera, los convierten en imposibles de abordar desde una
concepción meramente disciplinar. En muchos países, el deterioro y la
protección de la madera constituyen una disciplina per se. Sin embargo, cuando
comenzamos a investigar en el tema hace seis años, necesitamos integrar los
saberes de varias especialidades para enfrentar las distintas problemáticas desde
diferentes puntos de vista. Así, requerimos de los aportes de la ingeniería
química, agronómica forestal, la microbiología clásica y la microbiología
molecular, así como el asesoramiento continuo de la entomología, la estadística
y la silvicultura.
La integración de saberes
permitió un abordaje integral del objeto de estudio, lo que condujo a una
transformación metodológica de la investigación. Siendo la madera el objeto de
estudio, la ingeniería agronómica forestal la describe como material para diversas
aplicaciones. Estudia sus propiedades anatómicas, físicas y mecánicas
fundamentales y las influencias que éstas tienen sobre los procesos
industriales para su elaboración, transformación y conservación. Desde el punto
de vista agronómico y silvicultural, los árboles vivos son también atacados por
hongos e insectos, cuyos daños afectan tanto al bosque y al árbol como a los
futuros productos madereros o no madereros. La silvicultura es herramienta
fundamental en el control de poblaciones de estos agentes. La química describe
composición, propiedades químicas y fisicoquímicas de la madera, así como los
productos preservantes para tratarla y las posibles interacciones entre ellos.
Al tiempo la ingeniería química aporta los procesos de tratamiento de la madera,
así como la descripción de propiedades fundamentales para el tratamiento de la
misma (difusión de gases y líquidos en la madera, permeabilidad, tratabilidad,
conductividad). La microbiología clásica permite comprender el proceso de
deterioro a través de los microorganismos xilófagos, sus ciclos de vida, sus
requerimientos para desarrollarse y propagarse y las interacciones bioquímicas
entre los complejos sistemas enzimáticos de estos organismos y la madera, que
conducen a la colonización y posterior descomposición de la madera. Un análisis
más profundo de las mencionadas interacciones y aquellas ocurridas entre los
sistemas enzimáticos de estos organismos y los preservantes, se logra a través
de la microbiología molecular. Esta disciplina, que ha avanzado mucho en los
últimos años, aporta además útiles herramientas que permiten la identificación
rápida y confiable de los hongos que degradan la madera. El otro gran grupo de
organismos que deterioran la madera son los insectos, de quienes se debe
conocer, gracias a la entomología, sus ciclos de vida y los requerimientos de
supervivencia a la hora de diseñar métodos de control. Por último es
fundamental el aporte de la estadística, debido a la variabilidad natural de la
madera como material y a que todos los ensayos de durabilidad se realizan con
organismos vivos.
La integración de los
diversos enfoques disciplinares, conocimientos y estrategias, ha permitido a
nuestro grupo desarrollar varias capacidades, que abarcan la producción,
educación, salud, así como el apoyo a las políticas públicas relacionadas a la
necesidad de proteger la madera en forma ambientalmente amigable (vivienda y
construcciones).
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